Quienes estudian para ser guardaparques eligen mucho más que una carrera: se trata de un compromiso con la protección del planeta. La Universidad San Pablo-T (USP-T) ofrece un programa que prepara a los alumnos para convertirse en defensores de la biodiversidad al equiparlos con las herramientas necesarias para cuidar áreas naturales y enfrentar los desafíos ambientales actuales. La tecnicatra dura tres años en total: dos tienen acento en la teoría mientras que el tercero consiste en una práctica profesional supervisada. Con el fin de profundizar el conocimiento sobre esta alternativa de formación profesional, la USP-T desmintió una serie de cinco mitos, entre ellos que aquella carece de salida laboral.

SOBRE LA PROFESIÓN. La capacidad de adaptarse y de aprender es más importante que la condición física. / USP-T

Primer mito: “no hay salida laboral”

Realidad: según la USP-T, la carrera de Guardaparque ofrece numerosas oportunidades laborales en diversos sectores. Los egresados pueden trabajar en parques nacionales, reservas naturales, instituciones educativas, organizaciones no gubernamentales y empresas privadas dedicadas a la consultoría ambiental.

Segundo mito: “sólo trata sobre cortar árboles y apagar incendios”

Realidad: si bien la prevención de accidentes y el combate de incendios forestales es una parte importante del trabajo de un guardaparque, sus responsabilidades van mucho más allá. Los guardaparques investigan, educan y gestionan áreas protegidas.

Tercer mito: “es para aventureros sin ganas de estudiar”

Realidad: la USP-T afirma que los guardaparques necesitan tener una formación en ciencias naturales y leyes ambientales. Pueden especializarse en áreas como la biología de la conservación, la gestión de recursos naturales, la educación ambiental y la investigación científica.

Cuarto mito: “siempre están solos”

Realidad: interactúan regularmente con numerosas personas, entre turistas, investigadores, estudiantes y comunidades locales. Su trabajo implica la colaboración con otros profesionales, la participación en proyectos sociales, y la organización de actividades educativas y recreativas. Es una profesión que combina la acción en el campo con el contacto humano.

Quinto mito: “es un trabajo tranquilo”

Realidad: enfrentan desafíos físicos y ambientales a diario. Sin embargo, la capacidad de adaptarse y aprender es más importante que la condición física, y existen roles adecuados para diferentes habilidades y capacidades dentro de la profesión.

Ser guardaparque es una carrera llena de acción, de oportunidades, y con una profunda conexión con la naturaleza y las personas. La USP-T invita a los interesados a formar parte de esta gran experiencia. Las inscripciones están abiertas y se puede obtener más información en la página uspt.edu.ar